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AUTOR:
FABIO PERLIN

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jueves, 4 de octubre de 2012

Arquitecto Henrik Aberg / Proyecto de ensanche Casa de Gobierno (1881) / No concretado

Perspectiva Henrik Aberg (1881)

A veces la historia es mezquina y esquiva con aquellos que realmente desarrollaron ideas propias y no las pudieron llevar a cabo, mientras que el reconocimiento se lo llevaron otros.
Es el caso del arquitecto Henrik Aberg, que efectivamente luego de haber proyectado y construído un edificio análogo al de la Casa de Correos, en el solar donde se levantara parte del antiguo fuerte, propuso un primitivo y completo plan de ensanche para la Casa de Gobierno que iba acompañado por una perspectiva de 1881, previa a dicha construcción.
Probablemente Aberg diseñó el edificio gemelo teniendo ya la idea de englobar ambas obras en una sola.
Si observamos el dibujo, vemos que en efecto, diseñó el pórtico de entrada pero sin alterar ninguno de los edificios y que sobre la explanada que da a la calle Rivadavia seguía los mismos lineamientos pero con un volúmen central superior rematado por un frontis triangular.
Pero el progreso acelerado, no sólo de la ciudad, sino de las autoridades que necesitaban expandir sus suntuosos despachos para demostrar así, que el proceso estaba en marcha y basándose en las ideas de Aberg, aunque aparentemente sin tenerlo en cuenta, se llamó a concurso para que a partír de las construcciones ya existentes se englobaran en una sola para la definitiva sede de gobierno.
Ahora viene la parte de la historia  que todos conocemos.
La obra fue adjudicada al arquitecto italiano Francisco Tamburini, que no hizo otra cosa que introducír variaciones al antiguo proyecto de Aberg , conservando las líneas de la fachada, modificando la distribución de la planta y diseñando el arco de unión de ambos cuerpos.
El mismo Tamburini reconoce los planos previos del sueco, pero también da su propia  visión sobre como deberían efectuarse las nuevas tareas para una mejor interpretación.
No es intención criticar el trabajo de Tamburini, que es en definitiva el que está a la vista, sino dar a conocer que hubo un plan previo que no se concretó y que luego con mínimas modificaciones y otro autor, se vieron materializadas.
No siempre los primeros son los que ganan.

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